Alberto Fernández condenó el embargo de EEUU contra Cuba y Venezuela

Mundo 26 de mayo de 2022 Por Director
"No me callo más", dijo el presidente y pidió "unir voces para decirle al norte: "¡Paren!", a días de la Cumbre de las Américas, donde aún no confirmó su presencia
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El presidente Alberto Fernández pronunció ayer un encendido discurso de cara a la Cumbre de las Américas, donde criticó la política de embargo comercial llevada adelante por Estados Unidos contra Cuba y Venezuela, se quejó de la “pasividad” de los países del sur global y pidió “unir las voces para decirle al norte: ¡Paren!” y dijo que desearía que más países elevaran su voz para decir “basta” a la guerra europea que “está trayendo miseria” al resto del mundo. “No me callo más”, sentenció el jefe de Estado.

“Yo me pregunto si en verdad no deberíamos unir voces para decirle al norte: “¡Paren!”, señaló y agregó en alusión a Cuba: “En nuestro continente tenemos un país que lleva 6 décadas bloqueado económicamente y sobrevive como puede; deberíamos estar muy avergonzados de que eso ocurra”.

“También tenemos un país que está bloqueado hace 5 años por una disputa política y en plena pandemia lo bloquearon, cuando la solidaridad era más necesaria que nunca”, continuó al referirse a Venezuela.

Así lo afirmó al participar, junto al ministro de Educación, Jaime Perzyck, y la embajadora argentina ante la Unesco, Marcela Losardo, en el Palacio San Martín de la III Reunión Regional de Ministras y Ministros de Educación de América Latina y Caribeños (Celac).

En ese sentido, Fernández dijo que en su reciente encuentro en Berlín con el canciller alemán Olaf Scholz le marcó “con todo cuidado que esa guerra que se ve en el norte, está trayendo miseria al sur”.

“No me callo más”

“Cuánto tiempo más vamos a ser cómplices? No me callo más, lo que digo acá lo digo en el norte, y sería maravilloso que se sumen a mi voz los países que hoy sufren esa realidad”, señaló el jefe de Estado ante los ministros de la Celac.

En su discurso, Fernández también apuntó a la realidad en el continente americano y subrayó que hay “un país que lleva 6 décadas bloqueado económicamente y sobrevive como puede” y otro que fue “bloqueado en plena pandemia de coronavirus”, en referencia a los embargos económicos impuestos por Estados Unidos a Cuba y Venezuela, respectivamente.

“Deberíamos avergonzarnos que eso pase en nuestro continente”, afirmó el mandatario horas antes de recibir a Christopher Dodd, asesor especial del gobierno de Estados Unidos para la IX Cumbre de las Américas, en momentos en que Fernández debe decidir si participa del encuentro convocado del 6 al 10 de junio en Los Angeles.

Washington ya anunció que no invitará a ese encuentro multilateral a los gobiernos de Venezuela, Cuba y Nicaragua, una decisión que empujó al presidente mexicano Andrés López Obrador y a otros mandatarios a rechazar la participación en ese cónclave.

Al respecto, la portavoz Gabriela Cerruti, reiteró ayer que la Argentina —que tiene la presidencia pro témpore de la Celac— viene planteando la necesidad de una cumbre “sin exclusiones” y, según trascendió, la Casa Rosada definirá la concurrencia durante la próxima semana.

“Cuánto tiempo más el sur va a ser un testigo pasivo de un mundo que nos dijeron que se había globalizado, pero donde el sur no es parte, solo mira?” dijo, y luego prosiguió: “Me pregunto si no deberíamos unir voces para decirle al norte: ¡Paren!”.

Respecto de la temática educativa que motivó el foro desarrollado en la Cancillería, Fernández resaltó el impacto de una pandemia que “aún no terminó”.

“Es un tiempo lamentablemente inigualable, signado por el dolor, la pena, por la muerte. Lo único que podíamos hacer era aislarnos de los otros, porque no teníamos formas de enfrentar esa amenaza. En términos educativos significó un daño profundo”, afirmó.

Asimismo, estimó que “la socialización” fue uno de los puntos que más se resintió durante el período: “Los chicos y las chicas van a clase para aprender a vivir en sociedad, van conociendo las primeras reglas y conductas de una sociedad”.

“Uno no roba porque sabe que el Código Penal lo dice, lo ha aprendido en la familia, en la clase, en el club. Uno sabe que hay premios y castigos antes jugando al fútbol que porque conoce las reglas de su país. La pandemia nos privó de ese proceso de socialización”, agregó.

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