Es el acto del 9 de Julio en el colegio Francisco Beiró del barrio porteño La Paternal. Antes de que todos los presentes se apresten a saludar la independencia y la bandera argentina, avisan por altavoces que habrá un cambio: el abanderado del acto será Santino Coronel, un niño autista que fue elegido por sus compañeros para tener ese honor. De ahí en más, todo es emoción.

El martes pasado nos avisaron que sus compañeros lo eligieron como abanderado. A cualquier padre lo llena de emoción, pero para nosotros, es más: tiene que ver con que Santi es aceptado por sus compañeros y ellos lo quieren”, relató emocionado Damián Coronel, el papá del niño, en Siempre Juntos, por Cadena 3 Rosario.

“Todos fueron sumamente receptivos para armar un acto adaptado. Nadie de la comunidad educativa sabía que eso iba a pasar. Se informó en el momento. Todas las familias y compañeros aplaudieron en lengua de señas. Fue lo más maravilloso que nos pasó en la vida”, expresó.

Mientras daba la nota Damián, Santino quiso entablar diálogo con Alberto Lotuf, y allí se dio el momento más emocionante. “Me gustaría terminar la primaria, después secundaria y en la universidad aprender a ser una buena persona y ayudar a las personas del mundo a cumplir sus sueños”, respondió el niño sobre sus sueños.

Acto seguido, emocionó a todos con un mensaje tan feliz como inspirador: “Cuando sea grande voy a hacer lo posible para que los chicos con autismo puedan cumplir sus sueños”.

Santino, una historia para contar

“Vale, mi compañera de vida, y yo, somos profesionales de la salud. A los dos años nos empezamos a dar cuenta. Comenzamos con estudios rutinarios. No somos muy amantes de los diagnósticos, porque pueden modificarse. A los 4 nos enteramos y sacamos su certificado de discapacidad. Eso es lo más chocante para un padre o una madre”, recordó Damián en torno al momento en el que descubrieron que su hijo era autista.

“Con los años –reflexionó- asimilás que eso es un papel que te ayuda a que reciba terapias que hacen que hoy Santino curse en una escuela normal, con excelentes promedios y tenga una buena socialización”.

“Tuvimos que cambiarlo de escuela. Hubo problemas porque no era bien recibido. Eran nenes chiquitos, el tema tenía más que ver con los padres”, apuntó.

Y, con mucha emoción, cerró: “Santi es todo luz. Piensa todo el tiempo en ayudar a los otros. Si hay gente pidiendo les da lo que tenga. El que lo conozca tendrá la fortuna de conocer a un ser maravilloso”.