A 30 años del adiós a Carlos Monzón: una leyenda eterna del boxeo argentino

El santafesino, conocido como "Escopeta", dejó un legado que trasciende generaciones gracias a su implacable y su estilo para brillar en los momentos más decisivos.

Monzón alcanzó la cima el 7 de noviembre de 1970, cuando noqueó al campeón mundial Nino Benvenuti en Roma, logrando el título de peso mediano. A partir de entonces, defendió su corona en 14 ocasiones, venciendo a grandes nombres como Emile Griffith, José "Mantequilla" Nápoles, Jean Claude Bouttier y Rodrigo Valdez.

Nacido el 7 de agosto de 1942 en el humilde barrio La Flecha de San Javier, Carlos Monzón comenzó su carrera en el boxeo amateur con un récord de 87 peleas, de las cuales ganó 73. En 1963 dio el salto al profesionalismo, acumulando 100 combates. en los que logró 87 victorias (59 por KO), 9 empates y solo 3 derrotas.

Bajo la tutela del legendario entrenador Amílcar Brusa, Monzón desarrolló un estilo técnico y demoledor que lo llevó a consolidarse como uno de los mejores boxeadores de todos los tiempos. Su destreza y fortaleza dentro del ring lo convirtieron en un verdadero símbolo del deporte argentino.

El 8 de enero de 1995, la vida de Monzón llegó a su fin a los 52 años en un trágico accidente automovilístico en la Ruta 1, cerca del paraje Los Cerrillos. En ese momento, cumplió una condena tras ser declarado culpable en 1988 por la muerte de su esposa, Alicia Muñiz.

A pesar de las sombras que marcaron su vida personal, Carlos Monzón sigue siendo recordado como una leyenda del boxeo. Su legado deportivo y su impacto en el mundo del deporte argentino permanecen intactos, reafirmando su lugar como uno de los grandes inmortales del pugilismo.