Un conocido delincuente inicia huelga de hambre en el penal de Ezeiza por la falta de visitas íntimas

El detenido, condenado por delitos relacionados con el narcotráfico, trata de personas y sicariato, se encuentra alojado en el pabellón de Alto Riesgo del penal. Durante una audiencia virtual con el juez federal subrogante Sergio Pinto y el secretario del Juzgado Federal de San Francisco, Ramallo expresó su malestar, señalando que las restricciones actuales afectan gravemente su bienestar emocional y psicológico.

Acompañado por su abogado, el Dr. Méndez, el recluso argumentó que la privación de las visitas íntimas vulnera sus derechos y debilita el vínculo con su pareja, con quien asegura estar gestionando los trámites para contraer matrimonio. Además, manifestó que las visitas con sus hijos se realizan bajo condiciones limitadas, lo que agrava su sensación de aislamiento.

“Se está cortando el vínculo con mi familia y me están deshumanizando. Las visitas conyugales están permitidas por la Ley de Ejecución Penal, pero aquí las han eliminado. Es una necesidad fisiológica y un derecho. Llevo más de diecisiete años privado de la libertad y nunca había sentido un deterioro mental tan rápido como ahora”, declaró Ramallo durante la audiencia.

El recluso también criticó las restricciones en las comunicaciones telefónicas, limitadas a una única llamada y solo a los números previamente autorizados. Según sus palabras, esta situación lo priva de mantener contacto fluido con sus seres queridos, aumentando su sensación de aislamiento.

Por su parte, las autoridades del penal argumentan que las medidas adoptadas responden a razones de seguridad y control dentro del pabellón de Alto Riesgo. No obstante, la defensa de Ramallo sostiene que las restricciones vulneran los derechos establecidos en el Código Penal y la Ley de Ejecución Penal, y que la situación debe ser revisada para garantizar condiciones de reclusión acordes a la legislación vigente.

El caso ha generado opiniones divididas, ya que, mientras algunos consideran que las restricciones son necesarias debido a la peligrosidad del detenido, otros sostienen que, pese a sus antecedentes, Ramallo sigue teniendo derechos que deben ser respetados durante su reclusión. Por el momento, las autoridades del penal no han dado señales de modificar las condiciones actuales, mientras que la huelga de hambre continúa como medida de protesta.