Murió el papa Francisco, líder espiritual y político del siglo XXI

El papa Francisco, nacido Jorge Mario Bergoglio, murió este lunes a los 88 años, según confirmó el Vaticano en un comunicado leído por el cardenal Kevin Farrell: “Con profundo dolor debo anunciar la muerte de nuestro Santo Padre Francisco. Esta mañana, a las 7:35, el obispo de Roma regresó a la casa del Padre”. La noticia fue difundida por los canales oficiales de la Santa Sede, un día después de su última aparición pública durante la misa de Pascua.

Francisco, el primer papa latinoamericano y primer jesuita en ocupar el trono de Pedro, venía atravesando una delicada situación de salud tras una grave neumonía que lo tuvo internado 38 días. A pesar de su convalecencia, el domingo saludó a los fieles con la tradicional bendición “Urbi et Orbi”, en lo que se convirtió en su despedida final.

Nacido el 17 de diciembre de 1936 en Buenos Aires, Bergoglio tuvo una trayectoria marcada por el compromiso social y la cercanía con los sectores más vulnerables. Ordenado sacerdote en 1969, fue arzobispo de Buenos Aires desde 1998 y cardenal desde 2001. Su elección como papa el 13 de marzo de 2013 sorprendió al mundo y dio inicio a un pontificado que buscó reformar la Curia, promover una Iglesia “en salida” y tender puentes en tiempos de polarización global.

Su estilo sencillo, directo y austero, junto con su firme defensa de los descartados, migrantes y víctimas de injusticias, lo convirtieron en una figura de referencia espiritual y política a nivel mundial. Promovió el diálogo interreligioso, criticó el capitalismo salvaje, viajó a los rincones más olvidados del planeta y renovó la composición del Colegio Cardenalicio con una mirada verdaderamente universal.

En su mensaje pastoral, Francisco puso el foco en una Iglesia menos rígida y más cercana a las personas. Cuestionó la obsesión moralista, abogó por una teología de la misericordia y pronunció frases inolvidables como “¿Quién soy yo para juzgar?” y “Dios no se cansa de perdonar”.

Su figura no estuvo exenta de polémicas, especialmente en su país natal, donde fue blanco de críticas y malentendidos tanto antes como después de su elección. A pesar de ello, su legado será objeto de reflexión profunda. Argentina, al darle al mundo un Papa, quedó inscripta en la historia universal.

Jorge Mario Bergoglio fue un pastor, jefe de Estado y líder global. Su impacto, aún difícil de dimensionar plenamente, modificará el rumbo de la Iglesia en los años por venir. El mundo lo despide como al papa que nadie esperaba, pero que logró conquistar corazones con gestos simples y palabras profundas.