En los últimos días  los concejales kirchneristas de Rafaela han levantado la bandera de la inseguridad, expresando una urgencia por abordar un problema que, como la mayoría sabe, ha sido descuidado durante demasiado tiempo en la ciudad.
 
Sin embargo, esta nueva postura ha generado críticas y cuestionamientos, especialmente por parte de aquellos que recuerdan los largos años de gobierno en los que éstas mismas figuras políticas, estuvieron al mando sin lograr resolver esta problemática.

Durante más de tres décadas, Rafaela ha sido gobernada mayormente por representantes del kirchnerismo, tanto a nivel local como provincial. Durante este tiempo, la inseguridad ha sido una preocupación constante entre los ciudadanos, con índices delictivos que no han mostrado mejoras significativas a lo largo de los años. Ahora, con el cambio en el panorama político, algunos de estos concejales han decidido cambiar su discurso, adoptando una retórica más enfocada en las necesidades de seguridad de la población.

Sin embargo, esta repentina preocupación por la inseguridad ha sido recibida con escepticismo por parte de muchos habitantes de Rafaela, quienes ven en este cambio de postura, una estrategia política oportunista, más que una genuina preocupación por el bienestar de la comunidad. 

La cuestión aquí, es saber si estos representantes políticos están realmente comprometidos con abordar los problemas que aquejan a la ciudad, o sí simplemente tratan de capitalizar electoralmente, una situación que no lograron resolver mientras estuvieron en el poder.

En medio de este debate, la ciudadanía de Rafaela espera respuestas concretas y acciones efectivas para abordar la inseguridad, y no paracaidistas oportunistas aprovechando el momento.