El propietario de una casa de fin de semana llegó a la vivienda y descubrió que estaba desordenada. En la cocina/comedor notó la ausencia de una garrafa de 10 kilos. Además de la garrafa, se constató la falta de un televisor de 32 pulgadas y su control remoto. En una habitación ubicada en el patio trasero, la cual estaba sin candado, faltaban cuatro prolongaciones de 5 metros cada una y tres cuchillos grandes.

El propietario comentó que su sobrino había estado en la casa el viernes anterior y que todo estaba en orden. Al revisar más a fondo, notó que no había signos de forcejeo en las aberturas, pero cree que los delincuentes ingresaron a través de una ventana de la cocina que da al frente de la vivienda, la cual estaba destrabada internamente.