La reunión en donde la actual presidenta del barrio enfrentaría una serie de cuestionamientos por parte de miembros de su propia comisión terminó en un vergonzoso escándalo cuando Sabrina Ulman, actual presidenta, concurrió a la reunión en compañía de miembros de la comisión anterior con firmes intenciones de que estos sean incluídos en la actual comisión, derecho al que habrían renunciado al momento de la asunción generando también un escándalo mayúsculo.

Más allá de lo ocurrido nos preguntamos si era necesario tanto despliegue policial por una reunión de Comisión Vecinal cuando la ciudad está inundada de delitos y los elementos de seguridad no alcanzan a cubrir la demanda de la población.