El objetivo es ajustar las disposiciones actuales a las realidades económicas y tecnológicas que enfrenta el sector. La ordenanza madre, la N° 3.338, ha sido modificada a lo largo de los años por varias ordenanzas, y esta propuesta tiene como fin modernizar algunos aspectos clave.

Entre los cambios propuestos, se destaca la extensión de la antigüedad máxima permitida para los vehículos, llevándola a 15 años, en lugar de los 10 actuales, para adaptarse a las dificultades económicas que atraviesan los propietarios de licencias. El proyecto también incluye requisitos más estrictos en cuanto a seguridad e higiene, como la obligación de realizar inspecciones técnicas anuales, llevar extintores de incendios y garantizar el buen estado estético y mecánico de los vehículos.

La iniciativa también busca mejorar la oferta del servicio y generar previsibilidad para los trabajadores del sector, permitiéndoles centrarse en brindar un servicio de calidad sin depender de constantes prórrogas o moratorias.

Este proyecto busca no solo mejorar las condiciones del servicio, sino también generar un impacto positivo en el empleo cuentapropista y satisfacer la creciente demanda del transporte público en la ciuda