La ciudad de Frontera enfrenta una situación preocupante con la presencia constante de caballos sueltos en la Autovía de la Ruta Nacional 19, un peligro latente que amenaza a los conductores que transitan por esta zona. A pesar de los reiterados accidentes y advertencias de los vecinos, las autoridades aún no han implementado una solución efectiva para abordar este problema.

Esta semana, un video circuló en redes sociales mostrando nuevamente la gravedad del asunto: caballos caminando libremente por la autovía, mientras vehículos maniobran para esquivarlos. El riesgo es evidente y los antecedentes de incidentes lo confirman. No es el primer episodio: recordamos que hace poco tiempo un vehículo con cuatro jóvenes embistió a un caballo en el kilómetro 127 de la autovía. Afortunadamente, el accidente no dejó heridos, pero la preocupación de la comunidad permanece latente.

Según testimonios locales, esta situación no es un hecho aislado. Varias colisiones y frenazos bruscos se han convertido en experiencias comunes para los conductores que atraviesan Frontera, y no siempre todos corren con la misma suerte de evitar un desenlace trágico. La Dirección General de Seguridad Rural ha intervenido en algunas ocasiones, pero el problema persiste, exponiendo la falta de una estrategia integral que ofrezca una solución duradera.

El llamado de los vecinos es claro y urgente. La inquietud entre la comunidad va en aumento, y muchos se preguntan cuánto más debe pasar para que las autoridades respondan de manera contundente. La problemática de los caballos sueltos es una constante en Frontera y, hasta ahora, los esfuerzos por resolverlo han resultado insuficientes.

¿Qué se espera entonces de quienes deben garantizar la seguridad vial? La responsabilidad de proteger a los ciudadanos y brindarles condiciones seguras para transitar recae en quienes tienen la autoridad y los recursos para hacerlo. No se puede esperar a que ocurra una tragedia mayor para que la acción sea tomada en serio.