El hecho se produjo en una casa de la calle Julio Argentino Roca 2198, de la mencionada localidad del partido de Vicente López, y la clave para descubrir el caso fue la intervención de la directora del colegio al que asistía el niño, quien advirtió que el alumno hacía tres días que no concurría a clases y alertó a la policía.

Las víctimas fueron identificadas por las fuentes como María Daniela Carco (45) y su hijo Leonel Cáceres (7), mientras que el hombre se llamaba Gabriel Cáceres (45).

Voceros policiales indicaron que el hallazgo se produjo a partir de un llamado al 911 realizado por la llamada de la directora del colegio «Cuarto Creciente» de Florida, al que asistía el niño, dando cuenta de que hacía tres días que el alumno no asistía a clases y que no podían contactarse con la familia.

Por ello, y luego de una autorización judicial, personal policial ingresó a la vivienda con ayuda de un cerrajero y halló los tres cadáveres en la planta alta.

Los policías que ingresaron a la casa hallaron a las dos víctimas en la habitación matrimonial: la mujer asesinada sobre la cama y a su hijo en el piso a los pocos metros, mientras que el hombre se hallaba dentro de la bañera del baño principal, con el agua caliente prendida que había rebalsado y que había inundado casi toda la propiedad, con signos de intoxicación o envenenamiento

De inmediato, los efectivos preservaron la escena y alertaron al fiscal Gastón Larramendi, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) de Vicente López Oeste, quien concurrió al lugar para dar las directivas y supervisar la labor pericial y policial.

Los forenses determinaron que tanto Carco como su hijo Leonel habían sido atacados con una cuchilla de cocina y que presentaban heridas en distintas partes del cuerpo provocadas con una especie de maza.

Ambos, en principio, llevaban más de 48 horas fallecidos, determinaron los médicos que trabajaron en el lugar.

El hombre, en tanto, fue encontrado muerto totalmente vestido y dentro de la bañera, con el grifo del agua caliente encendido, lo que había generado una inundación y la caída del cielo raso por el vapor de al menos dos días, dijeron las fuentes.

Si bien en un principio no se veía sangre por la gran cantidad de agua que había corrido desde el hecho y se pensaba que el hombre podía haber tomado algún tipo de veneno, luego los médicos que revisaron el cadáver encontraron lesiones de arma blanca en los brazos y una cuchilla junto al cuerpo.

«Creemos que las lesiones en los brazos son las que provocaron la muerte, pero igual habrá que aguardar hasta mañana para determinar si además había consumido algún tipo de sustancia», dijo un investigador.

Los pesquisas hallaron en la escena del crimen la cuchilla y la maza que habría utilizado el hombre para asesinar a su esposa y a su hijo, las cuales ahora serán sometidas a peritajes.

Los policiales que trabajaron en el lugar no hallaron ninguno de los ambientes revueltos y todos los accesos a la vivienda estaban intactos, con la puerta principal cerrada desde adentro, por lo que se descartó en principio la presencia de cualquier otra persona en la escena del crimen.

Además, la policía recibió la declaración de la madre de un compañerito de colegio del niño asesinado, quien le contó a los investigadores que días atrás se había encontrado con la madre del chico en una plaza y que ésta le había contado que estaban muy mal económicamente y que su marido estaba muy deprimido porque no podían solventar los gastos mínimos de la casa.

Por eso, la pesquisa apunta a que el hombre pudo haber tomado esta determinación como consecuencia de los problemas económicos que venía afrontando.

Ante la situación del hecho, el fiscal general del Departamento Judicial de San Isidro, John Broyad, dispuso que junto al fiscal Larramendi trabaje la titular de la Unidad Funcional Especializada en Género de Vicente López, Lida Osores Soler.