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La economía se enfría: leve repunte en mayo, pero con señales claras de agotamiento

El crecimiento fue de apenas 0,1% y el índice líder marcó tres meses consecutivos de retroceso. La baja en la inversión estatal y el deterioro del empleo registrado configuran un freno visible a la recuperación.

Economía28/06/2025RedacciónRedacción
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El repunte económico se sostiene, pero a paso cada vez más lento. Según el último informe del Centro de Investigación del Ciclo Económico de las Bolsas de Comercio de Santa Fe y Rosario, el índice de actividad económica registró en mayo una suba marginal del 0,1%. Si bien esto permitió revertir la caída de marzo (-0,1%) y el estancamiento de abril, los datos no alcanzan para disipar las señales de alerta que muestran los indicadores que anticipan el rumbo de la economía.

El Índice Líder de Actividad (ILA-ARG), que busca prever los cambios del ciclo, cayó un 0,2% en mayo y acumula tres meses de retrocesos. El freno ya se siente con fuerza en sectores clave como la construcción, el empleo privado y el consumo. Incluso el gasto de capital del Estado nacional tocó su segundo registro más bajo de toda la serie.

Señales mixtas, pero el termómetro apunta a la desaceleración

Aunque en la comparación interanual el crecimiento llega al 6%, lo que oxigena el discurso oficial, la lectura mensual revela un escenario menos optimista: solo siete de las doce series del ILA-ARG mostraron variaciones positivas, mientras que las cinco restantes —con caídas más pronunciadas— arrastraron el promedio general hacia abajo.

Uno de los puntos más preocupantes es el retroceso del empleo formal. El número de asalariados privados registrados bajó por tercer mes consecutivo (-0,1%) y ya acumula una caída interanual del -0,2%. El salario bruto, por su parte, se contrajo 0,7% en mayo, reflejando el rezago de las paritarias frente a la inflación.

Producción e importaciones: luces y sombras

La industria hilvanó su tercera caída mensual consecutiva (-0,2%), aunque con una mejora interanual del 6,3%. En la construcción, luego de seis meses de subas, mayo marcó una baja del -0,9%. El consumo, que venía con siete meses en alza, también se desaceleró: las ventas minoristas quedaron prácticamente planchadas respecto de abril.

El comercio exterior tampoco dio buenas noticias: las importaciones de bienes cayeron un 1,3% respecto de abril, lo que los analistas vinculan a un ajuste tras la avalancha de compras registradas antes de la liberalización cambiaria.

¿Brotes verdes o espejismo?

Algunos sectores mostraron signos de vitalidad. Los patentamientos de autos nuevos crecieron 0,8% en mayo y acumulan 15 meses en alza, con una suba interanual del 72,6%. En paralelo, las ventas en supermercados y shoppings mostraron mejoras, aunque compensadas por caídas en autoservicios y electrodomésticos.

Sin embargo, la economía real sigue sintiendo el impacto del ajuste fiscal y de la contracción del gasto público. Los recortes en obra pública y el freno de inversiones afectan de forma directa a la recuperación sostenida. En mayo, la recaudación nacional cayó por tercer mes consecutivo (-0,3%), con una merma significativa en los ingresos por comercio exterior.

Un escenario incierto

El informe advierte que la economía argentina “continúa adaptándose” al nuevo esquema monetario y cambiario, en un contexto global inestable y con riesgos latentes. La recuperación sigue condicionada por la falta de reservas, las tensiones externas y la presión inflacionaria, que aunque se desacelera, todavía erosiona ingresos y consumo.

El resultado: una economía que avanza con cautela, sin caerse, pero también sin despegar. Los próximos meses serán clave para saber si este freno es solo una pausa o el inicio de una nueva etapa de estancamiento.

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