Un ciudadano realizó una compra de cuatro neumáticos para camioneta a través de una publicación en la red social Facebook, ofrecida por un comercio del rubro. La transacción, que incluyó el pago total de $425.000, fue gestionada vía mensajes de WhatsApp.

El vendedor aseguró que la compra sería enviada el mismo día por una empresa de logística, pero más tarde solicitó un pago adicional de $40.000 como seguro, bajo la promesa de que sería reintegrado. Confiando en la palabra del vendedor, el comprador realizó la transferencia, completando un total de $465.000 abonados.

Sin embargo, al día siguiente, el comprador intentó comunicarse nuevamente para obtener información sobre el envío, recibiendo una respuesta vaga y posteriormente fue bloqueada tanto en redes sociales como en la aplicación de mensajería.