Alrededor de las 6:15, de este jueves, una pasajera sufrió un golpe en su pierna mientras abordaba el colectivo en la terminal, quedando inmovilizada y con un intenso dolor. A pesar de múltiples llamados solicitando una ambulancia, la respuesta fue siempre la misma: no había disponibilidad de asistencia.

Mientras los minutos pasaban y el dolor de la pasajera aumentaba, el colectivo, detenido con todos los pasajeros a bordo, guardaba alguna respuesta de asistencia médica. Ante la desesperación de la familia y la falta de recursos médicos en la terminal, el chofer del colectivo no dudó en ofrecer su ayuda: decidió trasladar a la mujer hasta el hospital en el mismo vehículo, con todos los pasajeros a bordo.

Guiado por el vehículo de la familia, el colectivo recorrió las calles hasta el hospital, donde el mismo chofer no solo se encargó de maniobrar el transporte, sino que también ayudó a bajar a la pasajera, mostrando una empatía y vocación de servicio admirables. Aunque la terminal cuenta con un área protegida, la falta de disponibilidad de ambulancias dejó a la pasajera esperando más de una hora sin atención médica.

Este acto de solidaridad por parte del chofer ha sido destacado por los familiares y pasajeros presentes, quienes agradecen su desinteresado accionar y lamentan la falta de recursos en el sistema de salud local. La acción de este conductor es un recordatorio del impacto positivo que una persona con empatía y disposición puede tener en situaciones críticas.

El nombre del chofer es desconocido, pero su gesto habla por sí solo.