La caída del precio del tomate, un alivio para consumidores, pero un desafío para productores

En los últimos días, los precios del tomate, tanto redondo como perita, han registrado una notable disminución en las verdulerías. Si bien esta tendencia responde a la alta oferta generada por una excelente cosecha, los productores enfrentan un panorama complicado debido a la crisis económica y la caída del poder adquisitivo, que deprimen el mercado y erosionan los márgenes de ganancia.

De acuerdo con datos del Mercado Central, la buena producción y el retraso inicial en las cosechas por factores climáticos se han estabilizado, permitiendo un volumen significativo de tomates en el mercado. Sin embargo, este incremento en la oferta, combinado con una baja demanda, ha acentuado la caída en los precios, agravando una "crisis de precios" que preocupa al sector hortícola.

Cambios en los tiempos de cosecha
Productores de distintas regiones, como Mendoza y La Plata, destacan que las plantaciones están rindiendo de manera excepcional, pero los tiempos de cosecha se han adelantado y extendido. Por ejemplo, en Mendoza, el tomate de invernadero comenzó a producirse desde principios de diciembre, cuando históricamente lo hacía a fines de enero. En La Plata, la temporada de tomate, que usualmente comenzaba en noviembre, ahora inicia desde septiembre.

Este cambio en los ciclos de producción permite una mayor disponibilidad durante más meses, pero también genera una sobreoferta que presiona los precios a la baja, complicando aún más la situación de los productores.

Preocupación por la rentabilidad
Aunque la buena cosecha es motivo de satisfacción, los costos de producción no se compensan con los precios actuales, lo que deja a muchos productores en una situación económica crítica. "El mercado deprimido, los costos altos y la falta de interés de la demanda son una combinación que pone en riesgo nuestra actividad", señalaron desde el sector.

Para revertir esta situación, los productores confían en una eventual reducción del volumen de mercadería que permita estabilizar los precios, aunque reconocen que el contexto económico general dificulta alcanzar ese equilibrio.

Mientras tanto, los consumidores disfrutan del beneficio de precios accesibles, recordando que detrás de cada tomate hay un productor que, a pesar de los desafíos, sigue apostando por la horticultura.