El Sindicato Unico de Trabajadores del Neumático Argentino (Sutna), que lidera Alejandro Crespo, y las empresas de la actividad continuaban anoche en el Ministerio de Trabajo las difíciles negociaciones para destrabar un conflicto que lleva casi seis meses y hallar una salida que permita reactivar la producción de esa industria y de las automotrices.

Luego de casi siete horas y media de negociaciones, las fuentes gremiales indicaron que las arduas tratativas seguían. Las partes habían convenido el miércoles, tras otra maratónica ronda de diálogo, un nuevo cuarto intermedio hasta las 13 de ayer.

El conflicto salarial mantiene paralizadas las plantas industriales y parte de la cadena automotriz. El sindicato reclama una actualización del 15% en la paritaria del 2021, antes de comenzar la negociación para el períodos 2022/23.

Para ese ciclo, las empresas ofrecieron una mejora salarial del 38%.

El secretario adjunto nacional del Sutna, Eduardo Mansilla, detalló que no se puede comenzar a negociar una paritaria para 2022-23 porque modifica la base de negociación hacia abajo. “El adecuado cierre de la paritaria 2021-22 es el esquema indicativo para comenzar a hablar de las mejoras” para el año próximo, explicó.

El Sutna también exige elevar a 200% el valor de las horas trabajadas los fines de semana, en un sector que trabaja con el sistema americano de francos, de siete por dos, y con jornadas rotativas. “El gremio es inflexible en la negociación por el valor de las horas extras del fin de semana”, dijo.

Respecto del cierre de la paritaria, Crespo arrimó una nueva propuesta, consistente en un aumento del 20% en junio y un 5% no remunerativo en julio sobre el 50% ya otorgado, lo que totaliza un 75% para la paritaria que corre de julio de 2021 a julio de 2022. Es un monto inferior al 35% que había exigido en la jornada previa, pero no habría alcanzado para convencer a los representantes de Fate, Pirelli y Bridgestone, quienes ratificaron un 66% de aumento global.

Los precios de los neumáticos están entre los que más han subido en el último año y medio en el país.

Para presionar a favor de un acuerdo inmediato, el ministro de Economía, Sergio Massa, anunció el martes que habilitará las importaciones de neumáticos si no se firma la paz. Confirmó además que pondrá a disposición de las terminales automotrices, algunas de las cuales paralizaron su producción desde el lunes. Massa afirmó entonces que la cadena automotriz estaba rehén de “un capricho”. Ayer se vio obligado a aclarar que hablaba de “todas las partes” y no sólo del sector gremial.

En la previa del encuentro, el presidente de Fate, Javier Madanes Quintanilla, macarteó al gremio. Dijo que el conflicto “no es de características salariales” sino que “tiene otras connotaciones”. Su argumento es que el Sutna “tiene una visión en la que termina metiendo conceptos de tipo ideológico y formas de poner el palo en la rueda de la actividad productiva de mil maneras distintas, que me parecen totalmente desacertadas y que conllevan a consecuencias terribles”, aseguró.

Y llevó su paranoia más allá, al advertir que “parte de la cadena de producción de los tubos que van a hacer tremendamente necesarios para resolver el problema energético, para la construcción del gasoducto (Néstor Kirchner), tienen que ver con instalaciones fabriles con una presencia activa de la misma fuerza gremial que tenemos en el sindicato del neumático”.

El presidente de la Federación Argentina de Neumáticos, Horacio García, aseguró que “en algunas gomerías queda algo de stock y en otras no queda”, situación que “distorsiona bastante los precios y hasta podría a llegar a no haber precios e n algunas”, además de señalar que en lo que va del año el aumento promedio del precio de las cubiertas es del 100%.

“Tenemos faltantes (de neumáticos) de autos y camionetas de alta gama y de las medidas pequeñas, que tenemos muchos vehículos en la Argentina, las de (rodados) 13, 14 y 15”, detalló.

García definió a la situación actual como “una cuenta regresiva más rápida,” ya que “en diez doce días” podrían agotarse las existencias de cubiertas.

Uno de los dirigentes gremiales que apoyó la lucha del Sutna fue el cosecretario general de la CGT Pablo Moyano. El líder camionero se reunió por la mañana con Crespo y luego con el presidente Alberto Fernández, en un intento por acercar propuestas que permitan alcanzar un ámbito de conciliación en el conflicto.