Nueva Zelanda quiere un futuro "sin humo", y para eso prohibirá fumar a todos los nacidos a partir de 2009. Su objetivo es eliminar por completo el consumo de tabaco.

El gobierno aprobó una ley por la que, a partir del 1º de enero de 2023, se prohibirá la venta de cigarrillos y tabaco a los nacidos desde 2009. Es decir, a quienes hoy tienen

Por tanto, no se trata de un límite de edad, sino de la creación de una verdadera línea divisoria dictada por el año de nacimiento, que conducirá, año tras año, a una reducción del número de personas que podrán adquirir estos productos. Así pues, en 2050, todos los neozelandeses de hasta 40 años no podrán comprar cigarrillos. Pero las autoridades creen que para 2025 su misión estará de hecho cumplida. Y ello gracias a una estrategia integrada, si se puede llamar así, con una represión legislativa lanzada simultáneamente a varios niveles.

La legislación irá acompañada de otra serie de medidas para que fumar sea menos barato y accesible, como una drástica reducción de la cantidad legal de nicotina permitida en los productos y la venta limitada únicamente a puntos especializados, en lugar de kioskos y supermercados. El número de tiendas legalmente autorizadas a vender cigarrillos se reducirá así de 6.000 a sólo 600 en todo el país.

El país parte de una situación ventajosa, ya que según datos oficiales de noviembre sólo el 8% de los ciudadanos adultos son fumadores, mientras que el año pasado por las mismas fechas eran el 9,4%. Sin embargo, el número de consumidores diarios de vapeo va en aumento, con un incremento mayor que el descenso de fumadores diarios: el 8,3% de los adultos vapea ahora a diario, frente al 6,2% del año pasado, informa The Guardian.

"Miles de personas vivirán más tiempo y más sanas, y el sistema sanitario ganará 5.000 millones de dólares al no tener que tratar enfermedades causadas por el tabaco, como numerosos tipos de cáncer, infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares", explicó la ministra de Sanidad, Ayesha Verrall, al comentar la aprobación de la ley.

Hay muchos precedentes en las estrategias antitabaco, empezando por la canadiense, que sentó escuela al ser el primer país que lanzó hace dos décadas una campaña fotográfica de shock en las marquillas de cigarrillos, marcando una tendencia internacional. Ottawa lo relanzó hace unos meses: Canadá tiene ahora la ambición de convertirse en el primer país del mundo donde será obligatorio imprimir en cada cigarrillo un mensaje de advertencia sobre los riesgos del tabaco para la salud. La iniciativa se puso en marcha el pasado mes de junio con el inicio de un periodo de transición que, según los deseos del gobierno, podría desembocar en la introducción definitiva de la nueva normativa en el segundo semestre de 2023.