Un cazador pagó 50 mil dólares para matar al elefante más grande de Botswana

Mundo 21 de abril de 2022 Por Director
Leon Kachelhoffer abonó un canon para unirse a la cacería organizada por las autoridades del país y asesinó a un ejemplar de más de 50 años y con colmillos que pesaron 91 kilogramos de marfil
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En un hecho que provocó indignación en el mundo, el cazador de trofeos profesional Leon Kachelhoffer disparó y mató al elefante tusker (una variedad de colmillos gigantes) más grande de Botswana, después de pagar 50 mil dólares para unirse a una cacería organizada por las autoridades del país.

Kachelhoffer se jactó en sus redes sociales de matar de un solo tiro a un gran elefante de más de 50 años, cuyos colmillos pesaron 91 kilogramos de marfil, hecho que ocurrió en la frontera norte del país con Namibia.

Lo inconcebible de este episodio es que se trata de una especie de elefantes en vías de extinción, ya que quedan sólo deambulando por Africa unos 40 ejemplares con colmillos de 46 kilos, o con al menos un colmillo con ese peso.

Kachelhoffer publicó la historia en Facebook en donde describió la condenable acción y apareció en un podcast para explicar la caza, provocando mayor controversia cuando le confió al presentador de la serie Blood Origins, Robbie Kroger, que no esperaba que surgiera una polémica por lo que hizo. “Esa no era una de las cosas en las que estaba pensando. Estar en condiciones de cazar un toro como ese es un privilegio increíble”, dijo entre risas el cazador.

La cacería fue criticada por el ex presidente Ian Khama, quien prohibió la caza de trofeos en Botswana, pero ahora su sucesor Mokgweetsi Masisi reintrodujo la práctica en 2019.

El ex presidente Khama publicó en Facebook la imagen del elefante asesinado y la acompañó de un mensaje en el que repudió la caza del gigante animal. “Este fue uno de los elefantes más grandes, si no el más grande, del país. Un elefante que los operadores turísticos constantemente intentaban mostrar a los turistas como una atracción icónica. Ahora está muerto”, escribió.

“¿Cómo beneficia la muerte a nuestra industria turística en declive? La incompetencia y la falta de liderazgo casi acabaron con la población de rinocerontes, y ahora esto”, agregó el ex mandatario.

Botswana todavía tiene 130.000 elefantes, pero sólo una pequeña minoría son los de grandes colmillos de fama mundial como el que cazó Kachelhoffer.

La caza de elefantes es una actividad que se promueve entre los cazadores profesionales, a tal punto que recaudó 2,7 millones de dólares para la economía del país el año pasado.

Lo paradójico fue lo que dijo la portavoz de la industria de la caza, Debbie Peake. “Los ingresos y la carne de la caza marcarán una gran diferencia para la comunidad, porque ese elefante ya tenía una herida de bala, lo que significa que los cazadores furtivos lo tenían en la mira. Y si hubiera sido asesinado por un cazador furtivo, no habría habido ningún beneficio para la comunidad local”, reflexionó.

Aunque el elefante ya había pasado la edad reproductiva y su muerte no afectará el acervo genético, los estudios han demostrado que los mentores machos mayores son cruciales para que los elefantes más jóvenes contengan su agresión y eviten conflictos con los humanos.

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