Sin los derechos de exportación, que imponen un 33% a la soja y un 12% al maíz, los números en rojo podrían cambiar. El Gobierno cuenta con las retenciones como una herramienta clave para aliviar la presión fiscal. Además, factores externos como el clima y el mercado también influyen. El mercado ha mostrado una tendencia a la baja debido a las condiciones favorables en las producciones de Estados Unidos.

Según publica la agencia NA, un relevamiento de la consultora AZ Group confirma que tanto la soja como el maíz en tierras alquiladas en el sur de Córdoba y el NOA enfrentan un panorama alarmante. Esta situación se da en un momento en que los precios de los granos se han desplomado, y los especialistas indican que la caída aún no ha tocado fondo.

Los costos para cubrir las nuevas campañas serán elevados, y no se garantiza que los productores puedan afrontarlos en su totalidad, según los datos de la consultora. Se necesitan al menos 32 quintales por hectárea para la soja de primera y 91 quintales para el maíz temprano. No todo es negativo, sin embargo. La consultora presenta un panorama favorable para el maíz y el girasol en el sur de Buenos Aires, estimando costos de 26 dólares por hectárea para el girasol y 111 dólares para el maíz.