El consumo de carne vacuna en Argentina ha tocado fondo en 2024, registrando el nivel más bajo de los últimos 26 años. Según un informe reciente de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA), durante los primeros siete meses del año se ha registrado una caída del 14,1% en comparación con el mismo período del año pasado.

Este desplome en el consumo, que equivale a una reducción de 205 millones de toneladas, se da en un contexto de fuerte recesión económica y una significativa pérdida del poder adquisitivo entre la población argentina. En total, se estima que se han consumido 1.248 millones de toneladas de carne vacuna durante este período.

La producción de carne vacuna también ha visto una disminución notable. En los primeros siete meses de 2024, la producción alcanzó 1.779 millones de toneladas, lo que representa una caída del 8,8% anual y una reducción en la oferta equivalente a 170,66 millones de toneladas.

Por otro lado, las exportaciones de carne vacuna han mostrado una tendencia opuesta. Durante el mismo período, se exportaron aproximadamente 530,6 millones de toneladas, lo que supone un aumento del 7,0% en comparación con el año anterior. Esto se traduce en 35 millones de toneladas más que se han destinado al mercado internacional.

En cuanto a la actividad en los frigoríficos, en julio se faenaron 1,25 millones de cabezas de ganado, lo que, comparado con junio, representó una recuperación mensual del 3,8%, corregida por el número de días laborables. No obstante, en comparación con julio de 2023, la faena experimentó una caída del 3,1%.

Esta situación evidencia el impacto de la crisis económica en el consumo interno y plantea un desafío para el sector cárnico, que enfrenta una reducción en el consumo doméstico mientras las exportaciones continúan creciendo.