Fue una revolución. Hace 30 años un laboratorio estadounidense descubría que una droga utilizada en un primer momento para la hipertensión pulmonar producía erecciones en los varones. Fue entonces que decidieron investigar a fondo y cinco años después lanzaron al mercado el sildenafil (o sildenafilo, así se llama la molécula), pero ya con otros fines: tratar lo que por entonces se llamaba impotencia sexual masculina.

A 25 años de la salida al mercado del viagra (el nombre comercial que le puso el laboratorio Pfizer a esa droga) hoy es un tratamiento habitual para quienes tienen problemas de disfunción eréctil, tal como la comunidad científica menciona a este problema, que generalmente aparecen en hombres de más de 50 años, aunque la edad no es la única causa por la que se la indica.

Sin embargo, cada vez son más los jóvenes que la consumen, la mayoría sin recomendación profesional.

Desde el Colegio de Farmacéuticos de Rosario confirmaron a La Capital que hay un incremento en las ventas, y también un número creciente de demanda sin receta. Muchos de los que llegan en busca del medicamento sin prescripción médica son hombres que no superan los 40 años, incluso algunos tienen 20 o 30.

“Ante todo tenemos que aclarar que estamos hablando de una patología, que es la disfunción eréctil. Por lo tanto, el tratamiento _que puede ser con el fármaco sildenafil_ se debe administrar siempre con receta médica, porque como toda droga tiene efectos indeseables e interacciones con otros medicamentos”, explicó Malén Pijoán, especialista internacional en urología, especialista en andrología y actual presidenta del Círculo Médico de Rosario.

Existen causas psicológicas y orgánicas que pueden provocar la disfunción, por eso es clave que un médico evalúe al paciente antes de indicar una terapia con medicamentos, o tratamientos de otras características. “Incluso, la imposibilidad de tener o mantener una erección pude ser síntoma de enfermedades cardiovasculares”, puntualizó la médica.

Además de los datos que maneja el Colegio de Farmacéuticos (“es un tema que nos llama la atención y del que solemos hablar con los colegas”, dijo Claudia Varela, presidenta de la entidad), vecinos de la zona de la facultad de medicina, donde hay muchísimos departamentos en los que habitan estudiantes, comentaron que es muy común encontrar a diario tabletas vacías de sildenafil en los contenedores de basura o tirados en la vereda. Otro dato que da cuenta de que la droga su utiliza, y mucho.

La especialista en urología comentó que “el consumo del sildenafil en la población joven nos obliga a prestar atención al contexto social, y dentro de ese contexto, al abuso de otras drogas, como las denominadas club drugs o drogas del club, que son utilizadas para mantenerse activo toda la noche”.¿Y qué relación tiene este conjunto de drogas con el sildenafil? “Las club drugs (CD) incluyen drogas que son sustancias utilizadas de manera recreativa para promover experiencias interpersonales. Pueden producir desinhibición social y se han utilizado para potenciar las experiencias sexuales. Pero, si bien por un lado aumentan la libido y producen esa desinhibición, muchas CD asociadas con el alcohol pueden provocar disfunción eréctil temporal, lo que genera a su vez un mayor uso del sildenafil para contrarrestar este efecto”.

La preocupación se centra, entonces, en las interacciones del sildenafil y otras CD, señala la profesional. “También vemos el impacto del uso concomitante del sildenafil y las CD en el aumento de los comportamientos sexuales de riesgo, por eso, deben ser muy tenidos en cuenta los índices de enfermedades de transmisión sexual”.

De hecho, en Rosario, hay un incremento notable de casos de sífilis y otras enfermedades de transmisión sexual, que han obligado a reiniciar programas preventivos de salud sexual a nivel público, y que han llamado también la atención a los odontólogos, que vienen recibiendo en consultorio a un número creciente de pacientes (de todos los géneros) con lesiones en la boca producidas por infecciones que se contagian durante las relaciones sexuales.

Efectos y preocupación

El diagnóstico es fundamental, señala la médica, por eso, el hecho de que los jóvenes consuman esta droga sin necesidad “real” puede exponerlos a problemas de salud serios.

En algunos casos los chicos toman viagra como consecuencia del uso de otras drogas (como explicó la profesional) aunque también está descripto que hay jóvenes que lo utilizan "simplemente" por temor a no tener un rendimiento "óptimo" en un encuentro sexual, y ante esa duda, se sienten más seguros si tienen a mano el sildenafil.

"Si verdaderamente existe en un problema para tener o mantener una erección, incluso en la juventud, eso amerita la contención profesional y la indicación de distintas terapéuticas para encontrar una solución, que no siempre pasa por un medicamento.

“Como profesionales de la salud podemos encontrarnos en la consulta con varones que tienen un trastorno de la erección. A esos pacientes debemos hacerles un buen diagnóstico, estudiarlos profundamente desde sus ejes hormonal y fisiológico funcional, utilizar metodología diagnóstica de vanguardia. Porque si realmente tienen esa dolencia o patología, podemos ayudarlos desde un equipo contenedor e interdisciplinario y ofrecer no solo la medicación oral (que podría o no estar indicada) sino además tratamientos externos, como por ejemplo las ondas de choque de baja intensidad ( que revolucionaron hace unos años la tecnología en esta patología) para trabajar sobre el endotelio y otros mecanismos que se ponen en juego en la erección”.

La uróloga y andróloga señaló que es posible realizar ejercicios para fortalecer los músculos que rodean la zona genital, consumir alimentos que favorecen la erección y seguir algunos otros consejos muy precisos y personalizados del profesional.

“Los chicos tienen que saber que no pueden tomar esto porque sí. Cuando hay una disfunción eréctil diagnosticada corresponde interrogar sobre los antecedentes de cada individuo (estudiar si hay pene corvo o curvaturas peneanas, enfermedad de Peyronie, frenillo corto, hipospadias, hipogonadismo, deseo sexual hipoactivo, entre otras) que son mucho más frecuentes de lo que se habla en lo cotidiano”, agregó la médica.

“Los tratamientos bien elegidos y guiados pueden lograr una mejor calidad de vida sexual. Por eso es preocupante que los jóvenes recurran a métodos alternativos que son innecesarios y riesgosos”, puntualizó.

Por otra parte, el sildenafil o sildenafilo, tiene contraindicaciones. “No puede usarse, por ejemplo, en pacientes que toman nitroglicerina u otros nitratos para el tratamiento del infarto de miocardio. Esta interacción puede ser muy grave. Lo mismo puede aplicarse a quienes sufren insuficiencia renal, hepática o respiratoria grave. Jamás debe consumirse sin una evaluación previa”, señaló la uróloga.