Los inadaptados de siempre: la violencia sigue manchando el fútbol local

Policiales30 de septiembre de 2024 Por Director
Una vez más, la violencia irracional empaña lo que debería ser una fiesta deportiva. El clásico entre Argentino Quilmes y Sportivo Norte, que prometía ser el partido destacado de la 2ª fecha de la Copa Desafío Clásicos en la Liga Rafaelina, terminó abruptamente por los ya conocidos incidentes violentos. A pesar de la ilusión que generó el tempranero gol de Ramírez para el Cervecero, el espectáculo se desvaneció cuando la parcialidad visitante protagonizó serios disturbios con las fuerzas de seguridad, obligando al árbitro Leandro Aragno a suspender el encuentro.

Es preocupante, pero no sorprendente. Este tipo de incidentes se ha vuelto una constante en el fútbol local, reflejo de una problemática social más profunda. No importa cuántos esfuerzos realicen los clubes, la Liga, los jugadores o los cuerpos técnicos para fomentar el respeto y la convivencia en las canchas, siempre parece haber un grupo que, amparado en la impunidad del anonimato, se empeña en destruir el espectáculo que muchos otros construyen con esfuerzo y pasión.

El fútbol, una actividad que debe unir a la comunidad y ofrecer momentos de esparcimiento, se convierte cada vez más en un campo de batalla por culpa de los "inadaptados de siempre". Los aficionados genuinos son los grandes perjudicados, aquellos que van en familia, con amigos, con la esperanza de disfrutar de su equipo y terminan siendo testigos de actos de violencia que alejan, más que acercan, a la gente del deporte.

El tema llegará nuevamente al Tribunal de Penas, donde se debatirá, una vez más, sobre qué medidas tomar. Pero la solución no puede depender solo de las sanciones. Hace falta una respuesta colectiva que involucre a todos los actores: autoridades, clubes, hinchas y la sociedad en su conjunto. No podemos seguir justificando ni normalizando estas conductas que manchan el deporte más popular del país.

Es momento de reflexionar seriamente sobre el futuro de nuestro fútbol. Si queremos preservar este deporte que tanto nos apasiona, debemos ser intolerantes con cualquier tipo de violencia, dentro y fuera de las canchas. No basta con echar culpas, hay que actuar con firmeza para que estos "inadaptados" no tengan cabida en el fútbol, ni en ningún otro ámbito de la vida social.

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