
Una ciudad herida, un país al límite: el espejo que ya no podemos evitar
Rafaela, como el país, enfrenta una ruptura social que ya no puede negarse: familias destruidas, jóvenes atrapados entre drogas y desesperanza, vecinos baleados sin motivo y un entramado comunitario que se deshilacha a la vista. No es solo inseguridad: es un país que se quebró por dentro.












