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Menos nacimientos y más hogares sin hijos: una transformación silenciosa que ya impacta en Santa Fe

La Argentina atraviesa un cambio demográfico profundo, marcado por una fuerte caída de la natalidad y un crecimiento sostenido de los hogares sin niños. En Santa Fe, las señales son claras y anticipan desafíos sociales, urbanos y económicos de largo plazo.

Info. General14/12/2025RedacciónRedacción
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La estructura poblacional del país está cambiando de manera acelerada. En la última década, los nacimientos en la Argentina se redujeron de forma drástica y, en paralelo, los hogares sin hijos pasaron a ser mayoría. Se trata de un fenómeno silencioso pero persistente, que ya comienza a reconfigurar la vida social y las políticas públicas, con efectos concretos también en la provincia de Santa Fe.

De acuerdo a un informe elaborado por el Observatorio del Desarrollo Humano y la Vulnerabilidad de la Universidad Austral, en base a datos oficiales, la fecundidad cayó un 40% entre 2014 y 2023. A su vez, el Censo 2022 confirmó que el 57% de los hogares del país no tiene niños, cuando a comienzos de los años 90 ese porcentaje era del 44%.

Especialistas advierten que no se trata de una causa única. El proceso combina factores económicos, culturales y sociales: mayor incertidumbre para proyectar a largo plazo, dificultades de acceso a la vivienda, inserción laboral más tardía, cambios en los modelos familiares y decisiones reproductivas que se postergan o directamente se descartan.

En ese marco, el geógrafo y docente de la Universidad Nacional del Litoral, Gustavo Peretti, explicó que el descenso de la fecundidad es una tendencia global, aunque en la Argentina presenta fuertes contrastes territoriales. Con información difundida por UNO Santa Fe, el especialista señaló que en la provincia se observan diferencias claras entre regiones: el norte santafesino mantiene tasas de natalidad más altas, mientras que el centro y el sur, más urbanizados, registran valores significativamente menores. Incluso dentro de las grandes ciudades se repite el patrón, con barrios céntricos dominados por hogares unipersonales o sin hijos, y zonas periféricas donde aún predominan familias jóvenes.

Este cambio ya impacta de lleno en la pirámide poblacional. Actualmente, el 22% de los habitantes del país tiene menos de 14 años, mientras que el 12% supera los 65. Las proyecciones oficiales indican que hacia 2040 la situación se invertirá: habrá más adultos mayores que niños y adolescentes. Para las ciudades, esto implica repensar servicios, infraestructura y políticas públicas vinculadas a la salud, el cuidado y la accesibilidad.

Los datos provinciales refuerzan esta tendencia. Según cifras del Registro Civil, en Santa Fe los nacimientos vienen cayendo de manera sostenida: de más de 47.000 en 2019 se pasó a poco más de 34.000 en 2024. Con información brindada a UNO Santa Fe, las autoridades anticiparon que en 2025 podría producirse un hecho inédito: que la cantidad de defunciones supere a la de nacimientos, algo que no ocurría desde que existen registros sistemáticos, salvo el período excepcional de la pandemia.

Mientras tanto, las defunciones se mantienen relativamente estables, lo que profundiza el impacto del descenso de la natalidad. El resultado es una población que envejece de manera desigual y una provincia que deberá adaptarse a un nuevo escenario demográfico.

Aunque los cambios no se dan de un día para otro, los especialistas coinciden en que sus efectos ya son visibles. Más hogares sin hijos, menos nacimientos y una mayor proporción de adultos mayores configuran un escenario que exige anticipación, planificación y nuevas miradas para el futuro social y económico de Santa Fe.

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