“Dale gas”: La alarmante epidemia del robo de garrafas de gas en Rafaela

Locales12 de agosto de 2024 Por Director
En Rafaela, el robo de garrafas de gas, especialmente en hogares sin acceso a gas natural, está en aumento. Este delito impacta económicamente a las familias y alimenta un mercado negro creciente. La comunidad exige medidas urgentes para detener esta alarmante situación y proteger a los más vulnerables.

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En Rafaela, una preocupante tendencia está afectando a miles de hogares: el robo de garrafas de gas. Este delito, que parece haberse incrementado en los últimos tiempos, está golpeando fuertemente a la comunidad, especialmente a aquellos que no tienen acceso a gas natural. La situación es insostenible y requiere una intervención inmediata y decidida de las autoridades.

El costo de una garrafa de gas no es insignificante. El envase de una garrafa cuesta alrededor de 80 mil pesos, una suma considerable que muchos no pueden permitirse perder. Sin embargo, los ladrones, conscientes de la demanda y el valor de estos envases, están robando garrafas para luego venderlas en redes sociales y plataformas de compra y venta en línea a precios irrisorios. Es común ver publicaciones ofreciendo garrafas a la mitad de su valor real, lo cual no solo fomenta el mercado negro, sino que también perjudica a las familias que dependen de este recurso para cocinar y calentar sus hogares.

Diariamente, a través de programas de monitoreo ciudadano como "Ojos en Alerta", se reportan numerosos casos de robos de garrafas. Vecinos denuncian ver personas en horas inadecuadas cargando garrafas, y los pocos reportes policiales que llegan al público mencionan esporádicamente la recuperación de estos envases. Hace unas semanas, un edificio frente al profesorado fue víctima de un robo masivo, donde se llevaron ocho garrafas. Se especula que estos robos están siendo facilitados por ciertos comercios y distribuidoras, que compran los envases robados para revenderlos.

Es hora de poner fin a esta cadena delictiva que afecta a más del 50% de nuestra ciudad, donde el gas natural aún no ha llegado. Los hogares más humildes son los más perjudicados, viéndose forzados a gastar más dinero en comprar nuevas garrafas, o incluso quedándose sin este recurso vital.
Las autoridades deben tomar medidas contundentes, como lo hicieron con el robo de cables. Un esfuerzo concertado, con un poquito de ganas y compromiso, podría desmantelar esta red de delincuencia que ya se está transformando en una pandemia. Es imperativo que la policía actúe con mayor diligencia, que se fortalezcan los controles en los puntos de venta y que se persiga a quienes facilitan este comercio ilegal.

La seguridad y el bienestar de nuestra comunidad dependen de acciones firmes y efectivas. No podemos permitir que este problema siga creciendo y afectando la vida de tantas familias. Es tiempo de cortar esta cadena de robos y devolver la tranquilidad a los hogares de Rafaela.

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