La provincia de Santa Fe ha intensificado su campaña de vacunación contra el dengue, ampliando el acceso a la vacuna Qdenga, inicialmente dirigida a personal esencial, a personas de entre 19 y 59 años. Este esfuerzo busca prevenir brotes del virus, que se transmite a través del mosquito Aedes aegypti, en un contexto donde no se han registrado casos autóctonos, pero la amenaza sigue latente. 

Sin embargo, la vacunación no es la única estrategia. Las autoridades hacen un llamado a la población para eliminar criaderos de mosquitos en los hogares, una medida fundamental para evitar la proliferación de los insectos transmisores. Instan a la sociedad a adoptar prácticas de prevención, como desechar recipientes con agua estancada y mantener limpios los espacios al aire libre, ya que el dengue sigue siendo un riesgo latente durante todo el año, especialmente en épocas de calor y humedad.

Esta campaña es vista como una respuesta proactiva para frenar la posible propagación del dengue, donde la participación activa de la comunidad es vital. Las medidas de control no se limitan solo a la vacunación, sino que involucran un esfuerzo coordinado entre el gobierno y los ciudadanos para mitigar la amenaza del mosquito.

En este sentido, los funcionarios recuerdan que, además de vacunarse, el control del entorno doméstico es indispensable para evitar la reproducción de estos insectos, especialmente en épocas donde las temperaturas y las lluvias aumentan el riesgo de brotes de dengue. La combinación de inmunización y responsabilidad ciudadana es la estrategia clave para evitar que el dengue se convierta en un problema de salud pública en la provincia.