En Argentina, según los últimos resultados del Estudio Regional Comparativo y Explicativo de la UNESCO (ERCE-UNESCO), el 46% de los alumnos de 3er grado no alcanza los niveles mínimos de lectura, y solo el 14% de los estudiantes se encuentra en el nivel más alto, muy por debajo del promedio de América Latina del 21%. Para enfrentar esta crisis educativa, la Secretaría de Educación de la Nación y los ministerios de Educación de las 24 jurisdicciones del país han adherido al Compromiso Federal por la Alfabetización, un documento impulsado por el Ejecutivo nacional.

Esta política pública surge en respuesta a una campaña lanzada por Argentinos por la Educación (AxE) en 2023, junto a 190 organizaciones de la sociedad civil. En este contexto, los candidatos presidenciales y provinciales fueron instados a comprometerse públicamente con la alfabetización. Así, en febrero de 2024, comenzó un proceso de construcción colectiva en el que cada provincia desarrolló su propio plan de alfabetización, ratificado en mayo con la resolución N° 471/24.

Según el informe de AxE, la iniciativa de la Secretaría de Educación de la Nación se propone “lograr que todos los estudiantes de la República Argentina puedan leer, comprender y producir textos”. Este plan se enfoca en los niveles inicial y primario, y contempla el desarrollo de propuestas de formación docente inicial y continua a través del Instituto Nacional de Formación Docente (INFOD). Además, prevé la provisión de recursos pedagógicos y didácticos, tanto físicos como digitales, junto con la impresión y distribución de libros.

El Plan Nacional también incluye el monitoreo y evaluación a través de la implementación de la evaluación Aprender en 3er grado de primaria en Lengua, de carácter muestral, y la publicación de sus resultados. Para financiar esta política, la Nación firmará convenios bilaterales que permitirán la creación de la Unidad Nacional de Alfabetización, la realización de evaluaciones, la entrega de materiales, la capacitación de docentes y la ampliación del programa “Una Hora Más” para extender la jornada escolar.

Cada una de las 24 jurisdicciones ha desarrollado estrategias específicas: cinco se concentran en el nivel primario, cuatro en el inicial y primario, y quince en los tres niveles obligatorios (inicial, primario y secundario). Once jurisdicciones han decidido involucrar a actores no gubernamentales como aliados en la implementación de sus planes. Mientras que seis jurisdicciones proponen estrategias de formación docente continua, dieciocho suman también intervenciones en la formación docente inicial.

En relación a los materiales, diecisiete jurisdicciones se comprometen a entregar libros y quince a desarrollar materiales digitales. Algunas provincias plantean recursos adicionales; por ejemplo, Neuquén sugiere el uso de “bibliotecas pedagógicas ambulantes”. Todas las jurisdicciones presentan proyectos de evaluación de los aprendizajes de los estudiantes, con variaciones en el diseño, implementación y publicación de los resultados. Diez jurisdicciones proponen pruebas de “fluidez y comprensión lectora”, destacándose el objetivo de la provincia de Buenos Aires de “lograr que las alumnas y los alumnos terminen 2° año leyendo y escribiendo de manera relativamente autónoma y convencional”.

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