El algoritmo de TikTok sigue empujando al suicidio a niños vulnerables

Mundo 23 de abril de 2023 Por Director
La popular aplicación puede generar ansiedad y desesperación entre los adolescentes. La compañía dice que está haciendo mejoras, pero ahora se enfrenta a una avalancha de demandas tras múltiples muertes.
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Chase no sufría acoso, tenía un gran grupo de amigos y destacaba académica y deportivamente. No se drogaba ni bebía ¿cuál fue la variable que lo empujó al suicidio? Su padre cree que fue el bombardeo constante de videos de TikTok
El algoritmo de TikTok no sabe que Chase Nasca ha muerto.

Más de un año después de que Nasca se suicidara a los 16 años, su cuenta sigue activa. Desplázate por su feed “For You” (Para tí) y verás un flujo interminable de clips sobre el amor no correspondido, la desesperanza, el dolor y lo que muchos mensajes glorifican como el último escape: el suicidio.

 
“Aleja el dolor. La muerte es un regalo”, dice un video subido a la cuenta en febrero, días antes del primer aniversario de la muerte de Nasca. En otro, una voz masculina dice: “Voy a ponerme una escopeta en la boca y volarme los sesos por la nuca”, y una voz femenina responde: “Muy bueno”.

En los días anteriores a la muerte de Nasca, el canal tenía un aspecto muy parecido. El 13 de febrero de 2022, apareció un video de un tren que se aproximaba con la leyenda “fui a dar un paseo rápido para despejarme”. Cinco días después, Nasca se detuvo en las vías del Long Island Rail Road que atraviesan la aldea de Bayport, Nueva York, a unos 800 metros de su casa. Apoyó su bicicleta contra una valla y se subió a la vía, en una curva ciega sobre la que sus padres le habían advertido desde que tenía edad suficiente para andar. Envió un mensaje a un amigo: “Lo siento. No puedo más”. Un tren dobló la curva y él desapareció.

Es imposible saber por qué Nasca puso fin a su vida. A menudo hay múltiples factores que conducen al suicidio, y no dejó ninguna nota. Pero dos semanas después de su muerte, su madre, Michelle, empezó a buscar en sus redes sociales, desesperada por encontrar respuestas. Cuando abrió la aplicación TikTok en su iPad, encontró una biblioteca de más de 3.000 vídeos que su hijo había marcado, gustado, guardado o etiquetado como favoritos. Pudo ver los términos que había buscado: Batman, baloncesto, halterofilia, discursos motivacionales. Y pudo ver lo que el algoritmo le había traído: muchos vídeos sobre la depresión, la desesperanza y la muerte

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