La arveja tiene luz verde para pelear un lugar en la rotación invernal

Nacionales 03 de junio de 2024 Por Director
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La arveja se ha convertido en una opción invernal rentable con numerosos beneficios en las rotaciones agrícolas. El aumento de la demanda, impulsado por cambios alimenticios y condiciones climáticas favorables, posiciona a este cultivo como una alternativa atractiva para la campaña fina.

En los últimos años, el mercado de legumbres ha crecido significativamente, en parte debido a la preferencia de quienes no consumen carnes y buscan alternativas proteicas de origen vegetal. Este contexto, junto a la creciente demanda y el clima propicio en Argentina, refuerza la posición de la arveja como uno de los principales cultivos invernales.

Según el ingeniero agrónomo Gabriel Prieto, especialista en legumbres del INTA Arroyo Seco, “las actuales reservas de agua son una excelente oportunidad para la implantación de arvejas, ya sean invernales como primaverales”. Prieto pronostica un “invierno de transición”, favorable para las legumbres, debido a la ausencia de excesos de lluvias entre el invierno y la primavera.

Calculadora en mano para la arveja

La arveja ofrece uno de los mejores márgenes en las rotaciones de cultivo, consume menos agua que los cereales de invierno y se adapta bien a la soja y el maíz. Además, compite eficazmente con las malezas invernales y fija nitrógeno del aire. Esta leguminosa consume entre 230 y 250 milímetros de agua útil, con una eficiencia de uso de alrededor de 10 a 12 kilos de grano por milímetro de agua. Esto deja un remanente estratégico de agua en el suelo para los cultivos de verano posteriores.

Prieto destaca la alta capacidad de fijación biológica de nitrógeno de la arveja, cubriendo aproximadamente el 50% de las necesidades totales del cultivo. “Esto la convierte en una opción viable como antecesor de cultivos de segunda, especialmente de cereales estivales”. Para una buena captación de nitrógeno, Prieto enfatiza la importancia de inocular las semillas, ya que las bacterias inoculantes pueden suministrar entre el 60% y 70% del nitrógeno necesario para el cultivo.

El ambiente es clave en el rendimiento

El rendimiento del cultivo de arveja depende más del ambiente que de la variedad. Sembrar en fechas óptimas y crear las condiciones adecuadas son esenciales. “El ambiente explica el 87% de la variabilidad del rendimiento, mientras que el genotipo solo explica el 3%, y el resto lo hace la interacción genotipo-ambiente”, explicó Prieto. Es crucial acertar en la fecha de siembra para evitar las heladas tardías o las altas temperaturas de primavera, ya que desde la floración en adelante, la arveja es muy sensible a temperaturas superiores a 25 grados.

Pensar en la siembra

En la región núcleo, la fecha óptima de siembra para variedades primaverales es durante la primera quincena de julio, extendiéndose desde finales de junio hasta principios de agosto. Para variedades invernales, se recomienda sembrar entre fines de mayo y mediados de junio.

Entre las variedades invernales con mayor resistencia al frío se encuentran Escrime, Aviron, Balltrap y Curling, con rendimientos potenciales máximos de hasta 4000 kilos por hectárea. Las variedades primaverales destacadas incluyen Orchestra, Skol, Reussite y Astronaute, con rendimientos potenciales máximos de hasta 5000 kilos por hectárea.

Con información de Infocampo

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