Avanza el tratado global del plástico con la inclusión de los recicladores informales

Mundo 03 de diciembre de 2022 Por Director
Desde el Taller Ecologista de Rosario precisaron las alternativas que se llevan a cabo en la convención de Uruguay por medio del Programa de ONU para el Medio Ambiente.
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"Mientras más pobre es el país, más pobre es la basura", reflexionó un reciclador colombiano que supo visitar Nairobi, capital de Kenia. Lo afirmó en el comité internacional que se lleva a cabo desde este lunes en Punta del Este, organizado por Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (Pnuma), donde el Taller Ecologista de Rosario, junto a otras ONG, son optimistas en poder rubricar un tratado global de plásticos para frenar la abrumadora contaminación ambiental que genera este material. La premisa de tratado es reducir tanto la fabricación a partir de la inclusión de los recicladores (en Rosario hay aproximadamente tres mil y unos 20 millones en el mundo) y, a su vez, instar a las grandes empresas a que declaren las sustancias tóxicas con las cuales realizan este compuesto que inunda cada vez más los océanos del planeta.

La idea es que el tratado global del plástico cuente con la firma de los países vinculados a Naciones Unidas (ONU) para 2025. "Tendremos un tratado muy importante y exitoso para la proyección del ambiente, puesto que la idea es lograr la reducción drástica de la producción de plásticos", comentaron en declaraciones a La Capital Cecilia Blanco y Mirko Moskat, miembros del Taller Ecologista de Rosario, quienes se encuentran participando del comité desde el pasado lunes en Uruguay al formar parte de la ONG global Gaia.

La Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente decidió un mandato para crear el primer Tratado global de plásticos, destinado a reducir la contaminación por plásticos en todo el mundo y así cubrir el ciclo de vida completo del compuesto. "Este es un paso histórico en la lucha contra la contaminación plástica, y no hubiera sido posible sin un movimiento diverso de recicladores, activistas comunitarios de primera línea y defensores del desperdicio cero que exigen un cambio sistémico", destaca la organización Gaia.

En ese contexto, desde el Taller Ecologista también pusieron énfasis en el tipo de tecnología que se pretende utilizar y cuáles son las sustancias químicas con la que se elaboran los productos. "Así como nos oponemos a la incineración de los plásticos, también queremos que se transparenten todas las sustancias tóxicas que tienen actualmente que lo conocen todos los fabricantes", apuntaron para destacar: "Esa economía circular será cierta cuando se incluyan a los recicladores y le quiten las sustancias tóxicas".

Datos sobre la producción de plásticos

De acuerdo al Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente, la producción y el consumo mundial de plástico creció de manera exponencial desde la década de los 50 y se prevé que se tripliquen en 2060 si la actividad continúa como hasta ahora. La producción de plásticos está asociada al uso de aditivos químicos, muchos de los cuales son peligrosos para la salud humana y medioambiental, como los que figuran como peligrosos en el Convenio de Estocolmo y en la legislación nacional.

A su vez, la producción de plástico también contribuye al avance del cambio climático. En 2019, los plásticos generaron 1.800 millones de toneladas métricas de emisiones de gases de efecto invernadero —el 3,4 % de las emisiones mundiales— y el 90 % de esas emisiones proceden de la producción de plásticos y de su conversión a partir de combustibles fósiles, según un relevamiento realizado por la ONU.

Recicladores como eje principal del tratado

Como uno de los ejes del programa, la ONU y los países firmantes del tratado sostienen que las medidas adoptadas para hacer frente a la contaminación por residuos plásticos deben incluir a los recicladores informales para ir hacia la transición hacia una economía circular, con mejor aprovechamiento de las condiciones laborales. A partir de este encuentro, recicladores de 20 países formarán una Alianza Internacional de Recicladores quienes podrán influir en la decisión política y la participación de los mismos en las negociaciones.

De esta manera, los beneficios (en comparación con el escenario de 2040 si no se aplican los enfoques de la economía circular) incluyen una reducción del 25% de las emisiones de gases de efecto invernadero en todo el ciclo de vida del plástico mundial, al tiempo que se ahorran 70 mil millones de dólares durante el período 2021-2040 y se crean 700 mil puestos de trabajo adicionales, principalmente en el sur global.

"Para nosotros, el objetivo de este tratado debería ir hacia la protección del medio ambiente y salud, con un enfoque puesto en derechos humanos", remarcaron los integrantes del Taller Ecologista.

En esa línea, parte del proyecto que comenzó a definirse allí en Uruguay desde esta semana es "eliminar y sustituir los artículos de plástico problemáticos e innecesarios, incluidos los aditivos peligrosos; garantizar que los productos de plástico se diseñen de forma circular (reutilizables como primera prioridad, y reciclables o compostables tras múltiples usos al final de su vida útil); cerrar el círculo de los plásticos en la economía garantizando que los productos de plástico circulen en la práctica (reutilizados, reciclados o compostados); y gestionar los plásticos que no pueden reutilizarse o reciclarse (incluida la contaminación existente) de forma responsable con el medio ambiente.

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